Clases

Clase XII: El agua y el movimiento

Cada día intentamos emocionar y divertir a los chicos a la par que enseñarles las diferentes variables que hay que tener en cuenta para hacer una foto.
Ayer fue una de esas clases que te hacen sentir que lo estamos consiguiendo. Captamos su atención y disfrutaron.
Empezamos revisando sus homework. Propusimos contar una historia en un solo disparo en la que debía aparecer la misma persona varias veces. Para ello utilizaron larga exposición y congelaron con flash. Los pasos a seguir eran: Pensar una historia, decidir y controlar el encuadre, enfocar, chequear la iluminación y disparar. Son muchas cosas… Pero ¡todos lo intentaron y unos cuántos lo consiguieron!. Se nos caía la lagrimilla al ver las fotos. La técnica no es ni mucho menos perfecta, pero la intención y las preguntas que hacen sobre sus propios errores son la mejor señal de que lo han comprendido y quieren mejorarlo.
La segunda parte de la clase consistía en fijar los conceptos de obturación. Mostramos diferentes fotos de velocidad rápida y lenta, ellos tenían que decir que tiempo de exposición creían que tenía que tener cada foto. Les costó un poco, pero a partir del cuarto ejemplo lo empezaron a acertar.
Como ejercicio les pedimos que hicieran fotos al agua, elemento que sobra en la rainy season. La lluvia comenzó y cámaras en ristre se dispusieron a hacer fotos al tremendo chaparrón. Los resultados nos sorprendieron gratamente. Los conceptos de velocidad parece que se están fijando, ahora los problemas que surgen van más asociados al enfoque, diafragma y temperatura de color, normal porque aun no entramos de pleno en ello.
El pique entre el grupo de chicos y el de chicas, va en aumento. En la clase anterior ellas nos prometieron que los homework lo harían mucho mejor que ellos, pero muy a su pesar, no pudimos comprobarlo porque perdieron las fotos. Así que, más picadas que nunca, nos insistieron en que lo conseguirían. Mañana veremos el resultado. Por norma general, los birmanos no compiten. Nos encanta ver esa actitud en nuestros alumnos porque creemos que una sana competición es una herramienta que les será muy útil, tanto en las clases de fotografía como en su vida fuera del centro.
Para rematar montamos un pequeño set de fotos con fondo negro, un vaso de agua y una fruta. La fuente de iluminación era un solo flash a contraluz. Tenían que conseguir la foto en el momento justo que la fruta salpicaba el agua. Se lo pasaron genial. En el momento del visionado de los ejercicios se nos colaron en clase cinco alumnos de otras cursos y por la ventana empezaron a asomar varias cabezas de alumnos de otros centros. Éxito total.