Clases

Clase XXXVIII: Nuevo examen. Aprobados y con dos matrículas de honor

El post examen nos dejó una gran sensación de bajón. Media clase suspendida… nos cuestionamos que habíamos hecho mal para que algunos conceptos no les entraran en la cabeza. Nos pasamos el resto de esa semana corrigiendo la prueba, fijando conceptos y realizando juegos para que entre dos grupos se hicieran entre ellos pruebas de examen. Este lunes era la revancha, para ellos y para nosotros.
Llegamos y estaban todos formados, listos para arrojar conocimientos por doquier. Rebajamos la vigilancia para que ellos no se sintieran presionados y así dejar un margen para ver aflorar a los pillos y tramposos, a la par que listos. Y el viejo arte de copiar surgió de inmediato. Suponemos que Sain Moon, el más vagote y tramposo le diría a Phoo Pwin, dime la 14 y yo te pasó la 7 que me la pasó Khaine San, que se la dio….
Conclusiones:
– En la clase hay dos estudiantes que destacan por encima del resto descaradamente.
Sai Ngin Lao, capaz de aprender toda la técnica al momento, carece de una sensibilidad innata pero, la esta buscando y puede llegar a donde se proponga.
Aung Thu Hein, lleva la técnica sobrada y eso que estuvo mucho tiempo sin venir por una enfermedad. Tiene intuición, sensibilidad y es granuja. Características que por lo general, nosotros agradecemos en nuestros alumnos birmanos.
– Han aprendido de los manejos de casi todo, pero flojean en profundidad de campo.
– Saben a quién elegir para copiar, eso nos arroja muchos datos sobre su personalidad. Solo a un par le salvaron las malas artes.
– Cuando llega la parte práctica, se lucen todos exceptuando el tándem Aung Kyan Sin y Phoo Pwin, que se siguen llevando a matar.
Ahora comprendemos la sensación de alegría que pueden tener los profesores al comprobar que sus alumnos aprendieron la lección.